lunes, 15 de marzo de 2010

El perdón sana la memoria, no la desaparece. (Mons. Juan José Gerardi y Conedera)

Apostando con tu fe

una ronda a que otra vez me rajo

aunque esta vez...

Arrojé lo que sobró

del desastre que dejó el huracán

de tu egoísmo a su paso,

los escombros del bajón

de saber que se quedó

enterrado aquel tesoro

que jamás hemos buscado

y enterrada la aventura

de perderme entre tus brazos

un tesoro que enterré

en esta isla que hay en mí

y la mitad del mapa

se te escapo de las manos

tú no lo sabes pero

hay la mitad del mapa

se te escapó de las manos





Es mejor esperar a que sanen

las heridas,
y no abrirte una mas.